el grafitero que vale 200 millones de dólares gracias a Facebook




Todos sabemos que hay decisiones que pueden cambiar la vida de una persona radicalmente, pero no es sencillo encontrar casos prácticos. Aquí tenemos uno: el de David Choe, un grafitero de 35 años estadounidense que pintó las oficinas de Facebook hace siete años. A cambio, ahora podría conseguir la friolera de 300 millones de dólares.

¿Cómo por un trabajo, más o menos sencillo, se puede conseguir tanto dinero? La respuesta tiene miga: en 2005, el por aquel entonces presidente de Facdebook, Sean Parker, le ofreció dos alternativas como retribución por sus servicios: la primera, cobrar unos miles de dólares en efectivo, una opción que suponía dinero fresco como tentación para un joven artista que iba poco a poco saliendo adelante en la vida. David, no obstante, lo rechazó y escogió la segunda: recibir este dinero en acciones de la empresa.


No sabemos si fue algo fortuito o si realmente Choe anticipaba el futuro que le esperaba a la compañía, pero el crecimiento exponencial de Facebook le convertirá en millonario. Con un valor de mercado estimado de 100.000 millones de dólares, las acciones de Choe valdrían ahora mismo 200 millones, nada más y nada menos.
El caso de Choe se equipara al de muchos empleados de la compañía, que tienen un pequeño número de acciones pero que, dado el valor que van alcanzando para los inversores, se convierten en un plus más que considerable.
La vida de David Choe, de ascendencia coreana, no ha sido fácil: creció en un barrio oriental de Los Ángeles fascinado en superhéroes, como muchos chavales de su edad. En su adolescencia se vio involucrado en numerosos delitos durante su periplo por Estados Unidos, Europa del Este e incluso África. A pesar de que estuvo a punto de descarrilar (llegó incluso a pasar por la cárcel), todo cambió cuando con 21 años volvió a Los Ángeles y se apuntó a la Escuela de Arte de California, donde comenzó a dar rienda suelta a su vocación.

Fue a partir de entonces cuando su 'estilo sucio' empezó a propagarse a través del boca-oreja. Ahora su influencia comienza a ser notable dentro del gremio, más aún desde el estreno de La Red Social, donde sus murales fueron rescatados para el rodaje. Solo le faltaba el estreno en bolsa de Facebook. Ahora, por una decisión a priori intrascendente, tiene la vida solucionada.