Pilotos de la Aérea rusa comenzaron el desarrollo de nuevas tácticas de combate aéreo con los cazas Su-35S, comunicó hoy la prensa.
El proceso de entrenamiento estará a cargo de pilotos del Instituto Militar Grómov, en cazas Su-35S cedidos a la entidad, informó un portavoz del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, citado por el diario Izvestia.
Los pilotos, seleccionados entre los más experimentados del país, desarrollarán la ejecución de maniobras para el denominado combate aéreo en escuadras (agrupación de aviones), por parejas (dos aviones contra otros dos) y combate individual, también conocido como pelea de perros (dog fight).
“Las pruebas aéreas durarán 18 meses y su resultado será la base para los cursos de entrenamiento de combate que se impartirán a los oficiales de la Fuerza Aérea en este tipo de aviones”, subrayó el portavoz.
Explicó que el objetivo de las pruebas es optimizar la habilidad de los pilotos para aprovechar al máximo la elevada maniobrabilidad de los Su-35S, acondicionados con el denominado empuje vectorial variable, que se obtiene cambiando la orientación de las toberas del motor en diferentes direcciones.
La capacidad de controlar la fuerza de empuje del motor moviendo la tobera en diferentes ángulos permite al caza realizar maniobras imposibles de ejecutar en aviones a reacción convencionales.
Así, el empuje vectorial variable permite la ejecución de maniobras de combate a bajas velocidades. A 150-200 kilómetros por hora, el Su-35S prácticamente queda suspendido en el aire, y no pierde su estabilidad como los aviones modernos con masas de entre 20 y 40 toneladas. El Su-35S también puede volar con inclinaciones de hasta 90 grados, es decir, cuando las alas quedan perpendiculares a la tierra y en ángulos de ataque altos, cuando el aparato en vuelo se para en la cola, o al contrario, parece que se apoya en su nariz.
Según el portavoz, la primera fase de las pruebas incluye el perfeccionamiento de todas las maniobras posibles para el combate aéreo cercano.
En la segunda fase de las pruebas, los pilotos entrenarán maniobras para el empleo de armamento, especialmente los misiles de corto y medio alcance, tácticas de vuelo para eludir el fuego enemigo, y maniobras para burlar los misiles con ojivas de guiado con radar semiactivo, como el estadounidense AIM-120 AMRAAM, considerado uno de los misiles aire-aire más eficaces producidos en Occidente.
En capacidad de soportar aceleraciones de hasta 20G, los misiles de guiado con radar son altamente eficaces incluso más allá del alcance visual y contra ellos, solo se pueden utilizar elementos de combate electrónico, pero ante cambios bruscos de altura y velocidad, el piloto de un Su-35S tiene posibilidades de que el misil lanzado contra su avión pierda el blanco.
La tercera etapa de los entrenamientos prevé desarrollar la capacidad del Su-35S para abatir objetivos volantes (helicópteros o aviones sin piloto) a baja altura y velocidad, con maniobras de ataque denominadas “de una sola entrada”, es decir, sin necesidad de hacer amplios círculos de aproximación para abatir este tipo de blancos.